El Secretario General dio la bienvenida a los presentes en un marco de notable entusiasmo y destacó que “nuestra Institución logra esta gran reunión que congrega a chicos, papis y amigos en una velada que permite el encuentro en torno a una mesa con familia y con otros trabajadores de comercio, esa unión tan necesaria de la que siempre hablamos”. Señaló que “una escuela de verano no es sólo un espacio de diversión sino una posibilidad de aprendizaje de valores tales como la responsabilidad, para cumplir y adquirir competencias y actitudes, el respeto y el cuidado de sí mismo y de los demás, el compromiso de hacer amigos y la solidaridad para aprender a estar juntos”.
“Verlos crecer” fue el título elegido para esta fiesta de época representada por los pequeños/as grandes artistas que desplegaron en el escenario su frescura, sus destrezas y su entusiasmo.
Un incomparable recorrido en el tiempo a través de la música y el baile se sucedieron con la gracia de cada uno de los grupos ordenados por edades: los años 40; los 70; los 80; los 90; el 2000 y la actualidad. Los profesores acompañaron en todos los cuadros y asombraron con su propuesta. Sin dudas fue ésta una noche especial, de asombro y de merecidos aplausos.
Para el CEC Mendoza la inmensa satisfacción de promover y de acompañar estas acciones que se orientan a mejorar la calidad de vida de la familia mercantil.