Por eso, a través de esta difusión en nuestra página web, se dará a conocer parte de sus obras, sus luchas y el legado que dejaron. Esta primera entrega se hace en homenaje a la famosa pintora FRIDA KAHLO, nacida en México en 1.907. Quien superó su infortunio y desarrolló su pasión (la pintura). A los 18 años un accidente la mutiló. Antes del mismo quería estudiar medicina, luego del accidente era una paciente. Fue durante su larga recuperación que comenzó a pintar en serio, y montó un caballete que le permitía trabajar desde la cama. En su diario escribió: …. La pintura ha llenado mi vida. He perdido tres hijos y otra serie de cosas que hubiesen podido llenar mi horrible vida. La pintura lo ha sustituido todo. Creo que no hay nada mejor que el trabajo.
En sus pinturas, Frida se representó en escenarios amplios, áridos paisajes o en frías habitaciones vacías que remarcaban su soledad. En cuanto a los retratos de cuerpo entero, se integraban en representaciones escénicas y enmarcaban su propia biografía: la relación con su esposo, cómo sentía su cuerpo, sus enfermedades consecuencia de su accidente juvenil, la incapacidad de engendrar hijos, su filosofía de la naturaleza y del mundo. Aunque llegó a conocer el éxito en vida, Frida Kahlo tardó en lograr el reconocimiento como artista. La apreciación de su trabajo pictórico se produjo después de su muerte, tardando más de una década en alcanzar verdadero reconocimiento internacional: Tras su muerte en 1954, por largo tiempo se guardó silencio sobre ella y recién a comienzos de la década de 1970 fue redescubierta en el contexto del movimiento de liberación de las mujeres. Desde entonces se han realizado numerosas exposiciones de sus obras y variados homenajes a la mujer y a la artista Frida Kahlo y su fama se ha incrementado permanentemente. A los cuatro años de su muerte la Casa Azul se convirtió en el Museo Frida Kahlo. Importantes museos y galerías de arte internacionales le han dedicado retrospectivas, como el Instituto Nacional de Bellas Artes de Ciudad de México (1977), entre muchos otros. Kahlo creó su propio personaje con su forma de vestir y arreglarse, con vestimentas y adornos indígenas, con su negativa a depilarse cejas y bigote y su pasión por la cerveza. Frida alcanzó la categoría de mito gracias a las fotografías que le hizo un fotógrafo de origen húngaro. Su pasión por la vida y sus ansias de libertad, minadas por sus graves problemas físicos, se resumen en estas palabras de la propia Frida: «Pies para que los quiero si tengo alas pa’ volar».
Patricia López
Abogada de Familia